Las esperanzas de una aceleración en la recuperación económica soportada por la mayor distribución de vacunas contra el COVID-19 especialmente en países desarrollados y la aprobación de nuevos paquetes de estímulo fiscal, han generado aumentos en las expectativas de inflación a nivel global impulsando desvalorizaciones en los activos de renta fija. Los rendimientos del Tesoro Americano a 10 años han aumentado alrededor de 65 pbs en lo corrido del año, generando que corrigieran los índices accionarios y el dólar se fortaleciera frente al resto de monedas.

Destacamos que, desde hace unos meses aumentamos la posición respecto al dólar como cobertura del portafolio previendo momentos de alta volatilidad como los evidenciados en el mes de febrero. Frente a esto, mantenemos nuestra postura considerando posibles revaluaciones de la divisa americana ante la mezcla desafiante entre el incremento de los rendimientos de los tesoros y el creciente nivel de deuda global; mezcla que puede generar una gran afectación a las economías emergentes tras ser usualmente los países más endeudados.