Durante el 2021-2022 los colombianos incrementaron de manera importante sus niveles de consumo. En la gráfica 1 podemos observar durante este período el crecimiento de la Cartera Bruta (+14% A/A) vs. la caída sobre la Cartera Vencida (-11% A/A), lo cual se dio en parte como resultado del alto nivel de ahorro durante de la pandemia, una política de colocación de crédito más flexible y tasas de interés históricamente bajas, lo que originó una mayor emisión de tarjetas de crédito y créditos de libre inversión. No obstante, la fuerte obtención de crédito generó en muchos casos endeudamiento excesivo. 

Este sobreendeudamiento se reflejó casi un año después, donde se observaron crecimientos anuales importantes de la Cartera Vencida para todos los segmentos, resaltando el pico más alto sobre la Cartera Consumo del +76% en may-23 (+71% A/A mar-23), y aunque para esta cartera el crecimiento se “moderó” en feb-24, este continúa siendo muy significativo (+20% A/A). Este aumento de la cartera en mora se ha dado en medio de una coyuntura de bajo crecimiento económico y altas tasas de interés e inflación que han impactado su desempeño.

Producto de este deterioro sobre los indicadores de mora, los bancos tuvieron que mitigar el riesgo vía mayor Gasto de Provisiones (gráfica 6), presionando significativamente sus Utilidades. Sumado a esto, decidieron implementar políticas de originación de crédito más restrictivas, ocasionando mayor caída sobre la Cartera, es decir, mayores provisiones y decrecimiento de la Cartera Bruta llevaron al fuerte repunte del Costo de Riesgo (CoR) (gráfica 2). En línea con esto, hemos observado el fuerte deterioro sobre la Calidad de la Cartera. Podríamos esperar que hacia 2025-2026 el entorno económico mejore paulatinamente y esto le proporcione mayor dinamismo al sector financiero. Asimismo, consideramos que menores tasas interés y de inflación favorecerían la dinámica de la cartera y generarían un punto de inflexión en la cartera vencida.