Recientemente Ecopetrol ha mostrado débiles resultados financieros, reportando varios trimestres consecutivos con cifras contrayéndose, como efecto de la disminución del precio del Brent, así como, la apreciación del Peso Colombiano frente al Dólar. Sumado a lo anterior, se tiene un deterioro en el Flujo de Caja Operativo de la compañía, en línea con los resultados y el incremento de las Cuentas por Cobrar del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles. Por otra parte, las reservas que al cierre del año pasado fueron las segundas más bajas desde 2019, sólo por delante de las cifras del año 2020, con una Vida Media de las Reservas e Índice de Reposición de Reservas con igual comportamiento. Asimismo, frente a los comparables, es la acción que ha mostrado una mayor reducción en la correlación frente al Brent desde el 1S22, y la que más se ha desvalorizado en el mismo periodo de tiempo. Los anteriores factores, junto a otros relacionados a gobierno corporativo e incertidumbre jurídica y regulatoria a nivel nacional, nos hacen ser más cautos en el nombre.

Ahora, si bien preferimos cautela en el nombre, tenemos una recomendación NEUTRAL en este, donde a pesar de que no prevemos catalizadores relevantes en el corto o mediano plazo que impulse el precio de la acción, hay cifras que nos dan un parte de tranquilidad: 1) Los indicadores de liquidez esperamos tengan un punto de inflexión en el corto plazo apoyado de los pagos hechos por el Gobierno Nacional correspondientes al FEPC; 2) Una Deuda Neta / EBITDA L12M que si bien ha ido incrementándose, aún se mantiene lejos del nivel para una rebaja de la calificación; 3) Una recuperación del segmento Midstream que es el que mayores Márgenes Operacionales presenta; 4) Factores exógenos como los conflictos en Medio Oriente y Europa que brindarían un soporte en el precio del Brent, así como, la depreciación del Peso Colombiano que podría impulsar los resultados, en línea con un mayor Grado de Apalancamiento Operativo.