Agosto 2021 Perfiles de inversión 3T2021
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Luego de las condiciones macroeconómicas que se registraron en el primer semestre del año, dignas de un escenario de reflación con crecimientos del PIB de dos dígitos, una inflación acelerada y unos bancos centrales pensando en endurecer la política monetaria; en el segundo semestre esperamos que se de un traslado a un escenario de deflación a medida que los efectos de base estadística en contra de 2020 se disipan, permitiendo observar un PIB retornando a crecimientos de un solo dígito, una inflación retrocediendo a su media y unos bancos centrales suavizando su tono de ajuste monetario. Adicionalmente, con el surgimiento de la variante Delta del COVID-19 que se presenta como una variante más contagiosa, la incertidumbre en los mercados se ha incrementado, gracias a las preocupaciones de que dicha variante implique nuevas restricciones y afecte considerablemente a los países emergentes, principalmente los del continente asiático; esto debido a que en los países desarrollados donde los programas de vacunación van más adelante, la variante ha generado aumento de casos pero el número de muertes y hospitalizaciones se mantiene controlado. En línea con lo anterior, esperamos que el dólar se fortalezca, los tesoros americanos corrijan parte de su movimiento al alza y el mercado accionario desacelere un poco su ritmo de valorización de la mano de las restricciones chinas a empresas tecnológicas.
Bajo este contexto, decidimos mantener nuestra postura de inicio de año donde aumentamos la posición respecto al dólar como cobertura del portafolio, previendo niveles altos en la tasa de cambio tanto por el contexto externo con la deflación como con el contexto interno con los riesgos idiosincráticos de la cercanía de la jornada electoral y el desenlace de la reforma tributaria. De esta forma, vimos que el peso colombiano consolidó su tendencia alcista acercándose nuevamente a los niveles de COP 4.000, lo que significa una devaluación de 13,3% en lo corrido del año. Esto deja el peso colombiano como una de las monedas emergentes más devaluadas; este desempeño de la tasa de cambio sugiere un desajuste frente a sus pares latinoamericanas e incluso al precio del petróleo.