Para el 1T25, Davivienda marcó un punto de importante en la consolidación de su desempeño financiero, al registrar una Utilidad Neta de COP 291 mil millones, revirtiendo la pérdida de COP -288 mil millones de 1T24 y creciendo 78,5% frente al 4T24. Esta mejora no fue marginal ni circunstancial; fue el resultado de una estructura de gastos más liviana, con una caída del 50,7% A/A en Provisiones y 13,8% A/A en Egresos Financieros, lo que alivió la carga operativa. Además, el resultado superó ampliamente las expectativas del mercado, lo que revela que los ajustes iniciados en 2023 no solo estabilizaron el negocio, sino que comienzan a generar valor tangible para los accionistas.

En línea con esta recuperación operativa, la Calidad del portafolio también mostró señales claras de mejora. La Mora >90 días descendió a 4,42% (-42 pbs A/A), los Castigos se redujeron en 50,8% A/A, y la Cobertura Total con colaterales subió a 140,5%, desde 136,8% en el 1T24. Estas mejoras responden a políticas de colocación más estrictas, una cobranza más efectiva y un monitoreo preventivo del deterioro.

En cuanto a la Cartera de Crédito, observamos un crecimiento de 5,9% A/A, alcanzando COP 143,6 billones, impulsado principalmente por los segmentos Comercial (+11,2%) y Vivienda (+9,3%), mientras que el Consumo retrocedió -6,6%. Esto daría a entender que el banco está priorizando segmentos más estables, con un enfoque conservador ante la coyuntura. Es una expansión selectiva, pero estratégicamente coherente con la etapa del ciclo económico.